Comienzo con el ostrero para ilustrar el viaje a las islas Saltee en Irlanda. Un lugar de ensueño en el que uno puede disfrutar de numerosas especies a corta distancia. Fotografiar aves en Saltee ha sido sin duda una experiencia increíble, en donde el tiempo pasa volando, donde por momentos se deja la cámara a un lado y se disfruta del espectáculo de la naturaleza. Es sorprendente como cuando se respetan a los animales ellos confían en ti y se te plantan a distancias tan cortas en las que ya no es posible enfocar. Al parecer es cierto, existen lugares sin escopetas en donde reina la armonía.
A pesar de haber dos islas, la más interesante y a la que se accede en barco desde Kilmore quay es la más grande. Unos 20 minutos cuesta llegar a la isla, a la que desembarcaremos en una zodiac. Tan sólo hay una casa en la isla, de propiedad privada, todo lo demás que encontraremos allí serán helechos, miles y miles de aves y los númerosos conejos y sus madrigueras.
Como equipo fotográfico recomendado para isla, sin duda un zoom del tipo 80-400, 100-400, 150-600 o 200-500 es lo más acertado, por ligereza y versatilidad. Me llevaba dos cuerpos, la D500 y la D800. De ópticas opté por llevar el tamron 15-30 F2.8 y el 500mm f4 Vr. Como no disponia de un telezoom que me serviría para hacer fotos a pulso y buscar encuadres diferentes al 500, decidí alquilar el 80-400 G de Nikon. Sin duda un gran acierto ya que el 99% de las fotos las realicé con este objetivo. Son muchas horas las que pasabamos en la isla (8am - 22:00pm) y lo ideal es un equipo ligero que te permita hacer fotos en vuelos y moverte libremente buscando encuadres a mano alzada. El 500 y los multiplicadores se podían haber quedado en casa tranquilamente. El trípode lo llevé el primer día pero los dos siguientes se quedó en casa, era un estorbo ya que estás cambiando de postura constantemente y es un incordio.
En Saltee podemos disfrutar de alcas, araos, alcatraces, frailecillos, cormoranes y ostreros como especies interesantes. Las tres primeras son las más numerosas en la isla, seguidas por cormoranes, frailecillos y ostreros. De éstos últimos pude divisar cuatro parejas, aunque habrá unas cuantas más en la isla. El ave más recelosa de la isla, me habían avisado de ello pero era un objetivo claro y me decidí ir a por ellos, al final se hicieron bastante bien.
Os dejo aquí una muestra de las fotos que le pude sacar a esta maravillosa limícola.
Un trabajo buenisimo Iñigo el bicho es precioso, un gran trabajo.
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